Israel intercepta la flotilla de ayuda a Gaza y mata al menos a 10 activistas propalestinos:
El Ejército israelí ha interceptado esta madrugada la flotilla de seis barcos con más de 750 personas a bordo, entre ellos al menos tres españoles, que transportaba ayuda humanitaria para Gaza. En el ataque han muerto al menos 10 activistas y otros 30 han resultado heridos, algunos medios sin embargo elevan la cifra a 16 y hablan de más de 60 heridos.
Una flotilla con ayuda humanitaria navega hacia Gaza
Turquía condena el ataque y avisa a Israel de que asuma las "consecuencias"
Integrantes de la 'Flotilla de la paz' atacada esta madrugada por el Ejército israelí- REUTERS
El titular israelí de Exteriores calificó de "propaganda violenta" la iniciativa
El Gobierno de Israel ha lamentado esta mañana en rueda de prensa las muertes de los activistas pero ha asegurado que las intenciones de la flotilla eran ilegales y que desoyeron las advertencias hechas de "forma pacífica" por parte del Ejército para que abandonaran su intención de llegar hasta Gaza. El Gobierno israelí ha asegurado que dentro de los barcos interceptados han encontrado armas y que los militares israelíes han sido atacados por miembros del convoy a los que acusan de pertenecer a "Hamás y Al Qaeda". El Ejecutivo israelí reconoce que existe un bloqueo contra Gaza, aseguran que este está justificado "para evitar ataques contra la población civil de Israel" y sostiene que la ayuda humanitaria que los activistas tenían previsto entregar en territorio palestino no es necesaria porque "Gaza tienen sus necesidades humanitarias cubiertas".
Horas antes, elEjército, quien ha informado aseguró en una nota que había atacado el convoy sino que se había limitado a hacer cumplir la orden del Ejecutivo de Tel Aviv de impedir cualquier entrada no autorizada al enclave palestino. El ministerio de Exteriores ha asegura en su Twitter que los activistas atacaron a los militares israelíes con cuchillos.
Las víctimas son cooperantes que viajaban en el buque turco Mavi Marmara y la acción militar se ha producido en aguas internacionales. Entre las 750 personas que forman parte del convoy humanitario que viajaba hacia Gaza hay tres españoles. Dos de ellos, Laura Arau y Manuel Tapial, son miembros de la organización Cultura, Paz y Solidaridad y el tercero es David Segarra, periodista del canal de televisión Telesur. Manuel Tapial ha estado durante los últimos días escribiendo numerosas entradas en su blog en las que contaba detalles de la expedición , y en las últimas horas remarcaba la inquietud que le producía la presencia militar israelí en torno a los barcos.
La acción del Ejército israelí ha tenido una "enérgica respuesta" por parte de Turquía y de Hamás. El Gobierno de Ankara ha advertido a Israel de que la acción militar de está noche tendrá "consecuencias irreparables" y ha llamado a consultas al embajador israelí en Ankara. Por su parte, Hamás ha llamado a llevar a cabo una intifada contras las embajadas israelíes. El presidente palestino, Mahmud Abbás, ha decretado tres días de luto en los territorios palestinos.
Tensión creciente
La confrontación se perfilaba el domingo por la noche inevitable en el extremo este del Mediterráneo. El Ejército israelí ultimaba un impresionante dispositivo con el que pretendía interceptar a los cientos de activistas propalestinos que navegaban rumbo a la franja de Gaza a bordo de seis barcos. La tripulación de la llamada flotilla de la libertad reiteró que no tenían intención de rendirse. El Ejército insistió en que no permitiría a los activistas atracar en el puerto de Gaza. Naciones Unidas y la Unión Europea habían llamado a la responsabilidad de las partes con el fin de evitar el incidente, informa Ana Carbajosa.
"El Ejército de Israel no tiene autoridad legal para abordar los barcos y si lo hiciera, resistiremos de manera pacífica y acudiremos a todos los tribunales posibles buscando enjuiciar a los responsables", indicó el mismo domingo a este diario desde aguas internacionales Manuel Tapial, uno de los tres españoles miembros de la flotilla, a bordo del Mavi Marmara.
El objetivo de los activistas, de 60 nacionalidades distintas, era hacer llegar a la franja de Gaza 10.000 toneladas de ayuda humanitaria. Más allá de la entrega de materiales de construcción y de medicinas, a lo que de verdad aspiraban estos grupos de derechos humanos era burlar el bloqueo que Israel mantiene sobre la población de Gaza desde que Hamás se hizo con el control de la franja hace tres años.
Desde su inicio, el pasado 22 de mayo, la travesía de la flotilla se convirtió en un notable quebradero de cabeza para Israel. Dejar pasar a los barcos suponía un precedente que desde el Gobierno aseguran no se puede permitir. Interceptar las naves conllevaba sin embargo riesgos impredecibles. El cuerpo a cuerpo entre los soldados y los activistas en alta mar y el arresto masivo de los componentes de la flotilla puede acrecentar el deterioro de la imagen de Israel, en tela de juicio desde la invasión de Gaza en 2009.
Los miembros del Gobierno no escatimaron advertencias en los últimos días, lo que ha contribuido a incrementar la repercusión mediática de la iniciativa propalestina. El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, ha considerado la iniciativa de los activistas "propaganda violenta" y ha advertido de que su Gobierno no piensa permitir "ninguna amenaza a la soberanía [israelí] por tierra mar o aire".
Desde ayer, la Marina israelí ya se encontraba lista ante la costa de la ciudad de Haifa para frenar a los activistas, cuya idea era llegar a Gaza durante el día de hoy. Miles de soldados y policías han sido aleccionados durante la semana pasada de los planes militares, según detallaba la radio israelí.
Una flotilla con ayuda humanitaria navega hacia Gaza
Turquía condena el ataque y avisa a Israel de que asuma las "consecuencias"
Integrantes de la 'Flotilla de la paz' atacada esta madrugada por el Ejército israelí- REUTERS
El titular israelí de Exteriores calificó de "propaganda violenta" la iniciativa
El Gobierno de Israel ha lamentado esta mañana en rueda de prensa las muertes de los activistas pero ha asegurado que las intenciones de la flotilla eran ilegales y que desoyeron las advertencias hechas de "forma pacífica" por parte del Ejército para que abandonaran su intención de llegar hasta Gaza. El Gobierno israelí ha asegurado que dentro de los barcos interceptados han encontrado armas y que los militares israelíes han sido atacados por miembros del convoy a los que acusan de pertenecer a "Hamás y Al Qaeda". El Ejecutivo israelí reconoce que existe un bloqueo contra Gaza, aseguran que este está justificado "para evitar ataques contra la población civil de Israel" y sostiene que la ayuda humanitaria que los activistas tenían previsto entregar en territorio palestino no es necesaria porque "Gaza tienen sus necesidades humanitarias cubiertas".
Horas antes, elEjército, quien ha informado aseguró en una nota que había atacado el convoy sino que se había limitado a hacer cumplir la orden del Ejecutivo de Tel Aviv de impedir cualquier entrada no autorizada al enclave palestino. El ministerio de Exteriores ha asegura en su Twitter que los activistas atacaron a los militares israelíes con cuchillos.
Las víctimas son cooperantes que viajaban en el buque turco Mavi Marmara y la acción militar se ha producido en aguas internacionales. Entre las 750 personas que forman parte del convoy humanitario que viajaba hacia Gaza hay tres españoles. Dos de ellos, Laura Arau y Manuel Tapial, son miembros de la organización Cultura, Paz y Solidaridad y el tercero es David Segarra, periodista del canal de televisión Telesur. Manuel Tapial ha estado durante los últimos días escribiendo numerosas entradas en su blog en las que contaba detalles de la expedición , y en las últimas horas remarcaba la inquietud que le producía la presencia militar israelí en torno a los barcos.
La acción del Ejército israelí ha tenido una "enérgica respuesta" por parte de Turquía y de Hamás. El Gobierno de Ankara ha advertido a Israel de que la acción militar de está noche tendrá "consecuencias irreparables" y ha llamado a consultas al embajador israelí en Ankara. Por su parte, Hamás ha llamado a llevar a cabo una intifada contras las embajadas israelíes. El presidente palestino, Mahmud Abbás, ha decretado tres días de luto en los territorios palestinos.
Tensión creciente
La confrontación se perfilaba el domingo por la noche inevitable en el extremo este del Mediterráneo. El Ejército israelí ultimaba un impresionante dispositivo con el que pretendía interceptar a los cientos de activistas propalestinos que navegaban rumbo a la franja de Gaza a bordo de seis barcos. La tripulación de la llamada flotilla de la libertad reiteró que no tenían intención de rendirse. El Ejército insistió en que no permitiría a los activistas atracar en el puerto de Gaza. Naciones Unidas y la Unión Europea habían llamado a la responsabilidad de las partes con el fin de evitar el incidente, informa Ana Carbajosa.
"El Ejército de Israel no tiene autoridad legal para abordar los barcos y si lo hiciera, resistiremos de manera pacífica y acudiremos a todos los tribunales posibles buscando enjuiciar a los responsables", indicó el mismo domingo a este diario desde aguas internacionales Manuel Tapial, uno de los tres españoles miembros de la flotilla, a bordo del Mavi Marmara.
El objetivo de los activistas, de 60 nacionalidades distintas, era hacer llegar a la franja de Gaza 10.000 toneladas de ayuda humanitaria. Más allá de la entrega de materiales de construcción y de medicinas, a lo que de verdad aspiraban estos grupos de derechos humanos era burlar el bloqueo que Israel mantiene sobre la población de Gaza desde que Hamás se hizo con el control de la franja hace tres años.
Desde su inicio, el pasado 22 de mayo, la travesía de la flotilla se convirtió en un notable quebradero de cabeza para Israel. Dejar pasar a los barcos suponía un precedente que desde el Gobierno aseguran no se puede permitir. Interceptar las naves conllevaba sin embargo riesgos impredecibles. El cuerpo a cuerpo entre los soldados y los activistas en alta mar y el arresto masivo de los componentes de la flotilla puede acrecentar el deterioro de la imagen de Israel, en tela de juicio desde la invasión de Gaza en 2009.
Los miembros del Gobierno no escatimaron advertencias en los últimos días, lo que ha contribuido a incrementar la repercusión mediática de la iniciativa propalestina. El ministro de Exteriores israelí, Avigdor Lieberman, ha considerado la iniciativa de los activistas "propaganda violenta" y ha advertido de que su Gobierno no piensa permitir "ninguna amenaza a la soberanía [israelí] por tierra mar o aire".
Desde ayer, la Marina israelí ya se encontraba lista ante la costa de la ciudad de Haifa para frenar a los activistas, cuya idea era llegar a Gaza durante el día de hoy. Miles de soldados y policías han sido aleccionados durante la semana pasada de los planes militares, según detallaba la radio israelí.
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